martes, 25 de marzo de 2008


LA VIOLENCIA NO SE QUEDA EN LAS AULAS, SE LLEVA A CASA

FACTORES QUE AUMENTAN LA AGRESIVIDAD

VIOLENCIA EN LAS AULAS

José Luis Jiménez Villanueva.
Soy profesor de secundaria. Es patente la violencia cada vez mayor que se observa en muchas aulas, con agresiones a compañeros y faltas de respeto a los profesores.
Me atrevo a aventurar unos cuantos factores que contribuyen a esa mayor agresividad.

1. El que de pequeños los alumnos sean considerados «los reyes de la casa» y estén acostumbrados a que se satisfagan todos sus caprichos.
2. Los mayores no les exigimos el cuidado de las formas, que en sí tienen una gran función social de autodisciplina y respeto a los demás.
3. Ante cualquier conflicto, los padres tienden a justificar a sus hijos y echarnos la culpa a los profesores.

Y las últimas leyes educativas, y muy especialmente la LOE, tampoco es que favorezcan demasiado nuestra autoridad

VIOLENCIA EN LAS AULAS

LO MÁS SUCIO DEL INSTITUTO


La violencia escolar adopta muchas formas.
La más espectacular no es la más habitual.
3 de cada 10 alumnos se declaran víctimas.
Aquí no hay pistolas ni alumnos enloquecidos como en los USA. Lo más destacado de la violencia escolar en España lo graban los alumnos con sus móviles y lo cuelgan en Internet. Después es noticia en los medios y por eso es destacado.
Existen, sin embargo, otras formas de violencia. Manuel le dice a Roberto, “el gordo no juega”. “Te voy a romper la cabeza.” A Gema se le ocurre: “esconde la mochila de la nueva”. No son tan visibles pero son mucho más habituales.
La violencia más común entre los estudiantes es el fenómeno que ahora define la palabra bullying. Se dan casos de maltrato en todos los centros aunque no con el mismo nivel de incidencia. Las cifras no son alarmantes pero sigue preocupando cómo reducirlas. Las consecuencias del acaso escolar pueden crear trastornos psicológicos severos a las víctimas.
Situación
En institutos públicos, en los privados y en los concertados existe violencia física, violencia psicológica y sus combinaciones. No es un problema nuevo, ahora es visible porque lo podemos contar. 3 de cada 10 alumnos se declaran víctimas de agresiones verbales y de exclusión social. Son datos del informe del Defensor del Pueblo sobre violencia en la educación secundaria obligatoria publicado el año pasado. Chantaje, acoso sexual o amenazas con armas afecta a 1 de cada 100 estudiantes.
Violencia
En escala creciente de gravedad encabezan las agresiones verbales. Insultos, motes, amenazas o maledicencia son sus manifestaciones. Después vendría la exclusión social a través del boicoteo a la participación. Las agresiones a través de propiedades y el robo. En el extremo máximo de gravedad y mínimo de incidencia las amenazas y las agresiones físicas directas.
Agresores
En la inmensa mayoría de las ocasiones los agresores son alumnos de la misma clase. El maltrato es ejercido principalmente por chicos. El papel femenino en la violencia escolar es importante cuando actúa en grupos o en ciertos tipos de agresiones verbales.
El escenario más habitual es el patio, o la clase cuando no está el profesor, pero también se da cuando está, o en cualquier otro lugar de las instalaciones e incluso fuera del centro.
Víctimas
La violencia comienza entorpeciendo el desarrollo académico del alumno que la padece y tiene efectos dañinos a largo plazo.
Uno de cada cuatro alumnos siente miedo a ir al centro con distinta frecuencia.
Las víctimas no siempre cuentan con la ayuda necesaria. A veces simplemente se mira para otro lado.
El cultivo de la violencia en esta fase del desarrollo de las personas es una garantía para que se multipliquen en el futuro las conductas agresivas. Tal vez el problema no afecta a un gran número de estudiantes, pero siempre serán demasiados.
Testigo
Estefanía Roncero, 1º de Bachillerato.
“Yo, pegar nunca. Insultos y bromas, de vez en cuando. Pero sin machacar a nadie. Estudio en un instituto público y no creo que haya muchos casos de violencia grave. A veces, hay insultos, empujones, ha habido alguna pelea, pero es lo raro. Puede haber acoso o maltrato en el instituto, pero es que también lo hay en el trabajo, o dentro de las casas. Creo que hay violencia en muchos sitios y la de los colegios o institutos no es precisamente la más importante.”

TELEVISIÓN
La serie que engancha a los jóvenes y asusta a los padres
Varias asociaciones piden la retirada de 'Física o química', que trata con crudeza las drogas, las orgías o el suicidio
ISABEL GALLO - Madrid - 22/02/2008


La polémica está servida. Abuso escolar, orgías, éxtasis, sexo entre un alumno y una profesora... Éstos son algunos de los asuntos que trata Física o química, la serie juvenil de Antena 3, estrenada el pasado 4 de febrero, con una media de 3.689.000 espectadores (20,9% de cuota).
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La ficción, calificada por la cadena apta "para mayores de siete años", denigra al colectivo de profesores, reduce su labor a una "caricatura" y muestra un mundo educativo "irreal", según denuncian dos asociaciones de padres y alumnos, hasta el punto de pedir su "inmediata retirada".
La producción de Ida y Vuelta (Motivos personales, Círculo rojo), y protagonizada por Nuria González y Joaquín Climent, narra el día a día de un colegio de secundaria desde el punto de vista de "un grupo de profesores novatos", según la propia cadena. Añade que las tramas giran en torno a los temas que preocupan a adolescentes y educadores: los estudios, el sexo, la violencia o los problemas sociales.
En los tres capítulos emitidos, los espectadores han asistido a las malas artes de dos matones que hacen la vida imposible a un alumno chino o al suicidio de un menor. Y han sido testigos de una fiesta petting (orgía estimulada por el consumo de drogas de síntesis en la que todo está permitido menos la penetración) y a una epidemia de gonorrea que afecta a profesores y alumnos.
Encarna Salvador, secretaria general de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), denuncia que la serie da una visión "perniciosa" de alumnos y profesores. Para Salvador, tantos estereotipos "tumban" los proyectos educativos de la CEAPA, en los que a través de talleres o cursos se habla de los riesgos de la droga o de las enfermedades de transmisión sexual. "Con series así todos nuestros esfuerzos son inútiles", señala.
Mercedes Coloma, presidenta de la Confederación de Padres y Madres de Alumnos (Cofapa) opina que la serie hace "un flaco favor a los padres que intentan educar a sus hijos en valores y virtudes que nada tienen que ver con las que muestra esta serie". Su argumento se limita "a cuestiones de sexo y violencia y transmite una conducta deformada".
Pero no todo son críticas. El Colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales de Madrid espera con ganas el capítulo del lunes que viene, informa Emilio de Benito. En él, el instituto recibirá la visita de unos voluntarios de una asociación que hablarán de diversidad sexual. La trama se basa en el programa de charlas Expulsemos la homofobia de los centros educativos que desarrolla Cogam. Y servirá para preparar la salida del armario de uno de los estudiantes.
Goyo Quintana, productor ejecutivo respeta las opiniones -"esto es un país libre y democrático"-, pero no las comparte. Para él, es una serie "fresca, valiente y moderna" que refleja una realidad. "No nos inventamos nada. Los titulares de los periódicos están llenos de casos similares". Fuentes de Antena 3 están "satisfechos" con la serie y defienden que no se trata de "un documental sino de una ficción".
"Quizá se pasan un poco, pero la vida es así", resume Martín R. de 16 años, que se declara fan. Para Aldara F. (18 años), la serie es "muy cercana", ilustra "lo que hay en la calle", ya que "los casos de abuso escolar que se muestran no son nada comparados con lo que se ve en la realidad". Bea G. (18 años) opina que la serie le parece "exagerada", aunque tiene el suficiente "morbo" como para "enganchar".